El Yinyoga trabaja la aceptación, trabajando cerca de nuestros límites, saliendo de la zona de confort pero sin llegar al ego, no tenemos nada que demostrar que no sea a nosotros mismos. una sesión estupenda para conocer nuestros límites y aceptarlos y un final muy relajante con Ángel Albadalejo y sus cuencos tibetanos donde trabajamos la gratitud.
Una combinación que no deberías perderte.